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miércoles, 6 de abril de 2016

La prostitución no es el triunfo de Eros frente a Tánatos



   “La estrategia que sigue la ética del discurso para extraer los contenidos de una moral universalista de los presupuestos universales de la argumentación ofrece perspectivas de éxito precisamente porque el discurso constituye una forma de comunicación más exigente, que va más allá de formas de vida concretas y en las que las presuposiciones del actuar orientado por el entendimiento mutuo se universalizan, se abstraen y liberan de barreras, extendiéndose a una comunidad ideal de comunicación que incluye a todos los sujetos capaces de hablar y de actuar”- Habermas-
Desengaño de las mujeres.
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.-
-Quevedo-
  Periódicamente acompañamos de nuevos o renovados propósitos nuestras expectativas. Son nuestro personal libro de autoayuda, o lo que es lo mismo, elección de estrategia para cumplir un sueño o una meta.
  Es el momento de tomar conciencia de que tal vez sea el aburrimiento el mayor problema filosófico para el ser humano como afirmaba Bertrand Russell. Y esa es nuestra dosis particular de entusiasmo, de chispa vital. No necesitamos gurús que guíen nuestro comportamiento, ese tipo de recomendaciones termina siendo como el manual ininteligible de instrucciones de cualquier aparato tecnológico, al que solo con ensayo, error y manejo, logramos sacarle las prestaciones. Luis Buñuel afirmaba, si me dijeran te quedan veinte años de vida, ¿qué te gustaría hacer durante cada uno de los días que vas a vivir?, yo respondería: dadme dos horas de vida activa y veinte horas de sueños, con la condición de que luego pueda recordarlos. Y es que el sueño tiene que acariciarse en el mundo real, en la vida. El maestro Frank Capra nos lo enseñó en su memorable película Qué Bello es Vivir. Eros frente a Tánatos, las ganas de vivir frente a la muerte como metáfora de la desidia.
  Junto a los propósitos y metas, cohabitan las transgresiones. Dicen los gaditanos, que Cádiz es tan vieja, que no hay ni ruinas. Tal vez la prostitución sea tan vieja, que no haya ni vestigios remotos de su origen. Sin entrar en consideraciones antropológicas, morales o religiosas, lo cierto es que es una profesión que sigue permanentemente vigente. Ada Colau, ha avivado la polémica con su intención de eliminar las multas y regular el ejercicio voluntario de la prostitución en Barcelona y ha provocado la rebelión del Movimiento Democrático de Mujeres y de cuatro alcaldesas del área metropolitana de Barcelona: Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Sant Cugat y Sant Boi. El texto firmado por las ediles y el MDM lleva por título: El libre acceso al cuerpo de las mujeres o cómo Barcelona se convirtió en el burdel de Europa. En dicho texto se afirma: “La prostitución no es el oficio más antiguo del mundo, sino la explotación, la esclavitud y la violencia más antigua inventada por el patriarcado para controlar y someter a las mujeres. Por eso nos oponemos rotundamente a la regulación de la prostitución, como pretenden sobre todo los empresarios de los prostíbulos que financian generosamente corrientes de opinión, con el fin de enmascarar esta tipología de violencia machista. El hecho de que se pague una cantidad de dinero por acceder a ratos, a trozos y sistemáticamente al cuerpo de las mujeres, no puede transformar ese tipo de comercio sexual en un empleo al que se le quiere nombrar con el eufemismo de trabajo sexual comercial".
 La cultura no suprime la barbarie, la perfecciona- Voltaire- y la prostitución ha perfeccionado sus métodos y sus estrategias de negocio. Los ejemplos paradigmáticos los encontramos en la publicidad de los contactos de la prensa y en los medios de comunicación envueltos en papel de celofán glamuroso.
  Escrivá de Balaguer con mucha ironía afirmaba que los vicios del hombre cabían en un palmo, el que va del bolsillo a la bragueta, otorgando con ello el estatuto de primado de la debilidad pecaminosa al sentido del tacto, idea que se repite en el pensamiento clásico. Quizá la búsqueda de un cuerpo al que tocar y manosear, tenga su anticipo hojeando un periódico. Uti et frui, se disfruta de la decisión intelectiva antes de gozar, palpando esas hojas de papel que garantizan la información necesaria para obtener el placer que se apetece. También pudiere ocurrir que la máxima discreción para con el cliente, que forma parte de la literatura de ese tipo de anuncio, entienda que la confidencialidad queda asegurada porque dichas páginas son parte inseparable del diario en cuestión y que por ello se garantiza el anonimato de quien busca servicios sexuales.
  En palabras del texto aludido de MDM: "De ahí que debamos cambiar el enfoque del análisis. Porque siempre que se habla de prostitución, el foco se centra en las prostitutas. Mientras que los clientes, los proxenetas y las prostituidoras permanecen en silencio y cuidadosamente invisibles para los focos mediáticos; aunque curiosamente las últimas, tan escuchadas en nombre de todo un colectivo, salen también en los medios de comunicación como terapeutas sexuales y explican con glamur y normalidad las maravillas de ser puta".
  Niels Bohr estudiando las orientaciones de las investigaciones científicas, utilizó el chiste del borracho que pierde sus llaves y las busca bajo una farola, no porque las haya perdido allí, sino porque es ahí donde hay luz. Dicha metáfora es válida para el tema que nos ocupa: el lenocinio, la mancebía, el sexo alquilado y carnal, y muy especialmente la trata de blancas deben conducir a un cambio paradigmático conceptual: "Llegados a este punto y dado que gozamos de las mayores cotas de libertad sexual también debemos preguntarnos qué ocurre con el grupo de hombres que parecen tener problemas con su sexualidad y necesitan imponer su jerarquía simbólica a la mitad de la humanidad, las mujeres, y por eso compran a algunas y nos someten a todas. Ya que la prostitución no afecta solo a las mujeres prostituidas, sino que nos afecta a todas porque todas somos potencialmente bienes de consumo para satisfacer caprichos sexuales" (ibídem).
 Llegados a este punto conviene aclarar algunos conceptos. Hay que distinguir la prostitución del acto prostitutivo. La prostitución es el alquiler del cuerpo desposeído de afectos con un fin comercial; el acto prostitutivo es ceder el cuerpo por algún beneficio no necesariamente material, como por ejemplo los matrimonios concertados y por interés. También conviene recordar que la prostitución no hay que confundirla con la promiscuidad. El prostituyente (el cliente) puede ser rico o pobre, noble, plebeyo, discapacitado...y de todo tipo de perfiles psicológicos sin que podamos hablar de un perfil determinante.
  De cualquier forma, y dado que no podemos ser ingenuos ni optimistas antropológicos, debemos luchar no obstante para que la sociedad no tolere la trata de blancas ni la organización criminal en torno al comercio del sexo. No hablamos de mujeres prostitutas empoderadas (empowerment) como concepto de la cultura de género referido a la participación de la mujer en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder, es decir con plena autonomía personal pero que elige el oficio porque le proporciona un alto nivel de vida, una forma de vida o unos ingresos puntuales para una necesidad concreta. Hablamos de esclavitud, y en favor de cualquier tipo de  esclavitud no vale argumento alguno.
 Con la ética del discurso, Habermas pretendía crear una comunidad ideal de comunicación, en donde en el marco histórico y de valores de la sociedad, siempre exista una operación racional donde prime una argumentación más racional aún y no una mera argumentación autoritaria o de intereses de todo tipo. En otras palabras, que los hombres deben superar los acuerdos fácticos, es decir, los acuerdos por conveniencia.
  Es necesario caminar hacia un consenso forzado para luchar contra la trata de blancas y dejar bien claro a los políticos que no deben inmiscuirse ni favorecer determinados debates bien por necedad, bien por interés, que violen derechos fundamentales del ser humano.

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